sábado, 5 de noviembre de 2011

El día que volvió el Campeón

Recuerdos inconfundibles de un 1997 inolvidable, el primer campeonato para mi 


Una pelota de trapo, fue el testigo del primer gol, y un 5 de noviembre de 1997 fue el día en que la ilusión de la hinchada más grande del país se transformaba en realidad desde la calurosa Talara, para los más grandes era volver a ver una vuelta olímpica, verse gritar campeón luego de 18 largos años impaciencia, 18 años en los que estuvieron fielmente a la espera de volver un día a la victoria a celebrar, y para los de mi generación, niños o jóvenes entonces, era sentirse campeón por primera vez, siempre teniendo presente la historia que había detrás.

Por eso aquel 5 de noviembre es sencillamente imborrable, se juntaban 18 años, mi primer campeonato, 10 años del recuerdo del fokker, y una contundente goleada por 5-0 al Atlético Torino. La fiesta esperó para armarse días después en Matute, recuerdo a la gente aliancista que vivía en mi vieja quinta de Santa Beatriz, en aquel entonces mi domicilio, gritar conmigo los 5 goles (igual que en Talara) de lo que fue una fiesta aliancista. La víctima fue el Melgar de Arequipa, endiablados  David “El Camión” Chévez, Marquiño y obviamente Waldir Sáenz, ídolo de muchos niños entre los cuales me incluyo. Si la sensación que teníamos ahí viéndolo por televisión fue increíble, no puedo imaginar la de la gente que ese día estuvo en La Victoria viviendo la fiesta.

5 goles, y con ellos momentos inolvidables que vinieron desde Talara, ¿o alguien olvida a los jugadores y al gran Jorge Luis Pinto celebrar con sus jugadores en la piscina del hotel?, creo que nadie. Ya en Matute, la cruz humana al medio de la cancha, el cartel enorme en el tablero con la frase Alianza Campeón 1997 y un sentenciador ¡LO MERECEMOS!, el bailecito de samba  que se mandaron en el área characata luego del 1er gol de Chévez,  Waldir celebrando el 3er gol sacándose la camiseta para mostrar otra debajo como símbolo de llevar la blanquiazul en la piel, un impecable tiro libre de Marquiño para poner el 4to, otro tiro libre de Marquiño otra vez dejando como huevon parado al portero dominó y nuevamente con su volantin al que se le unen para luego todos ponerse de rodillas y marcar la celebración más genial que ví en mi vida, luego la llamaron “El Tren de la Victoria”.

Ese año señores cada hincha blanquiazul, confirmó con un campeonato lo que significan estos colores para nosotros, el campeonato volvió a casa para quedarse, después de aquella fecha esperaríamos 4 años, que a comparación de los 18 previos no son nada, aquella historia se escribiría en el Cusco y vería al club más glorioso del Perú nuevamente verse enfundado el titulo de campeón, pero esta vez en el año de su Centenario. Recuerdos como estos, hacen que cada día ame mas estas sedas, porque no puede ser blanquiazul...
aquel que no haya llorado
aquel que no haya sufrido
cantado aquí en svr
esta, esta es tu barra
la que grita la que canta
la que deja la garganta
y también el corazón
  
¡ARRIBA ALIANZA CARAJO!

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