jueves, 8 de diciembre de 2011

De La Victoria a la Gloria

Aquella foto en Pucallpa que pasó a la eternidad, el último recuerdo de ese Stud glorioso.

La gente de Alianza Lima se va, se va, para jugar en la gloria por navidad, salieron de La Victoria para triunfary sobre el cielo de Lima llegaron hasta la cima y sobre el cielo de lima se quedarán…no volverán, no volverán”

Hace 24 años, esta letra compuesta por Augusto Polo Campos tan solo horas después de conocer la noticia, caló en el alma y el corazón de todo hincha blanquiazul. Un día como hoy 16 jugadores pasaron a la eternidad haciendo honor a la historia de Alianza Lima, ganadores, líderes del campeonato, ganándole a un Deportivo Pucallpa que casualmente también se convertiría en parte de nuestra historia, como testigo del último gol, obra de Carlos Bustamante. Junto a ellos el mejor técnico que dió el Perú, Marcos Calderón, 6 miembros del cuerpo técnico, 4 asistentes, 8 barristas, los 3 árbitros y 6 tripulantes.

No viví aquella tragedia que marcó al equipo, pero cada relato que recibí desde niño y ese -ahora extinto- folleto “Historia de un Pueblo Blanquiazul” del diario “El Potrillo” que leí mientras viajaba con mi viejo, me hicieron casi vivirla y preguntarle sobre esa joven generación que marcó aun más mi fiel hinchaje por estos colores.

Así supe del juego exquisito de Escobar, su juventud, como tenía de hijos al eterno rival y como su cuerpo jamás apareció, del “Tanque Blanco” Tomassini, sus goles, su leyenda que lo dió incluso por vivo, y del amor de Doña Aita en su incansable búsqueda a un hijo que no apareció más, del liderazgo de ”Caíco” Gonzales Ganoza y lo que representaba bajo los 3 palos, del “Pechito” de Tomás Farfán, de Sussoni, de Cavero, de Chamochumbi, de todos.

Hoy su historia y su imborrable recuerdo narrado, porque solo eso tengo, hacen sentirme más orgulloso de los colores que llevo en la piel, aprendí junto a su memoria que Alianza Lima es más que un club de fútbol, más que títulos ganados y vueltas dadas, es una pasión llena de gloria y nostalgia,  historias alegres y trágicas, de caídas y sobretodo de un corazón y agallas enormes para revivir y volverse más grande luego de la tragedia.

Luego vendría el regreso, la pelota del partido en Pucallpa, como último testigo de su juego, mostrada ante un Matute cargado de nostalgia, el primer gol de ese nuevo Alianza y el sentimiento de todo un estadio, de todo un país, la llegada de 4 chilenos hermanos y con ellos la confirmación de una amistad eterna con Colo-Colo.

“Quien no ha sentido la tristeza en el fútbol, no sabe nada de la tristeza” decía Julio Ramón Ribeyro, vaya si es totalmente cierto y creo que quien no sabe reponerse de ella, no conoce la gloria, Don Julio.

“Sobre el mar de Ventanilla se derrumbó una esperanza, en el mar de Grau descansan los hijos de La Victoria, pero ellos desde la Gloria gritarán: ¡ARRIBA ALIANZA!”