El Recuerdo de Sandro

Si algo caracteriza a la querida blanquiazul, eso es el ser cuna de los mas grandes jugadores que dió el Perú, para muestra está el Nene, Cueto, Waldir  por citar algunos nombres y dentro de los últimos años del siglo XX empezaba a asomar con su juego, un zambito sobrino de una leyenda Aliancista también, Julio Baylón, que a muestra de aguerridas jugadas y su capacidad para llegar al área rival siendo defensa central, hizo que empezara a ganarse el cariño de una hinchada llena de expectativa hacia él. Hablo del inolvidable y eterno Sandro.

Sandro Baylón Capcha empezó a dar sus primeras jugadas en su barrio de Payet en Independencia, a pesar de ser un alumno aplicado su destino estaba en darle a la pelota de trapo, es así como llega a las divisiones inferiores de Alianza Lima y debuta en el año que todo aliancista recuerda con cariño, 1997. En adelante cumpliría actuaciones destacadas hasta 1999 que lo llevarían a ser el capitán de la selección peruana que se preparaba a disputar el Pre-olímpico de Brasil en el año 2000.

Recordaré ese último 1999 porque fue el año en el que empezaba la consolidación y el ascenso para su carrera, queda quizá como anécdota su error ante el clásico rival en el primer play-off que se convertiría luego en gol. Tenía 9 años y recuerdo como requinte contra ti Sandrito, sin embargo, como dije, ese error hoy queda como anécdota, porque ese mismo año viendo el Alianza-Cristal que se jugó en Matute, me marcaste con esa celebración tan peculiar que hiciste, vi aquel encuentro por televisión y luego que marcaste el gol presentí que esa celebración sería recordada siempre, lo pensé solo por su originalidad, pues nunca se había visto algo similar, sin embargo el destino hizo que hoy sea un ícono de los recuerdos aliancistas, pasaste a la eternidad con tus manos juntas en señal de contacto con Dios.

El final de su historia como todos sabemos fue fatídico, sin embargo este rincón aliancista y quien escribe quieren recordarte como la figura que fuiste y que partió hace 12 años para reforzar a “Los Potrillos” en el cielo. Hoy quizás serías un referente y caudillo de la blanquiazul, si es que tu fútbol no te llevaba a Europa, nunca lo sabremos, por eso cada aliancista te recuerda con cariño pues los pocos años que te vimos jugar esa sensación nos dejaste. Descansa Sandro, desde el cielo tu también gritarás: ¡ARRIBA ALIANZA!